La producción animal se sustenta en cinco pilares fundamentales: nutrición, sanidad, manejo, genética y mercados. A diferencia de los otros aspectos mencionados, el mejoramiento genético es permanente y acumulativo en los planteles ganaderos.
Al observar o medir un animal (peso al destete) se está evaluando su fenotipo. Ese fenotipo es el resultado del genotipo (composición genética) más el ambiente (sanidad, nutrición, manejo, etc.) en el cual se desarrolló ese animal.
La combinación de estos dos factores dará por resultado un individuo en el cual los genes actuaron como determinantes y el medio ambiente como condicionante.
F (Fenotipo) = G (Genotipo) + A (ambiente)
El criador puede entonces mejorar la producción de su plantel o rodeo a través de dos vías, ya sea mejorando el ambiente, lo que implica obtener resultados rápidos pero temporarios, o seleccionando reproductores genéticamente superiores, obteniendo resultados más lentos pero permanentes y acumulativos, siendo los resultados de los programas de evaluación genética la herramienta más importante para caracterizar a animales y poder detectar así a dichos reproductores.
Fuente: Asociación Argentina Criadores de Hereford.